Por: Manuel Chamolí • Chicadehoy.com

El arte de estar sola: por qué la soltería también es amor propio y una oportunidad de crecimiento personal

Estar sola no es un fracaso ni una espera interminable. La soltería también es un acto de amor propio y una oportunidad de crecimiento.

El arte de estar sola: por qué la soltería también es amor propio y una oportunidad de crecimiento personal. Foto: Unsplash
El arte de estar sola: por qué la soltería también es amor propio y una oportunidad de crecimiento personal. Foto: Unsplash

Estar sola no es un fracaso ni una espera interminable. La soltería también es un acto de amor propio y una oportunidad de crecimiento.

Por años, la soltería ha sido vista como un estado transitorio, casi como una etapa que “hay que superar” hasta encontrar pareja. Sin embargo, cada vez más mujeres están demostrando que estar sola no es sinónimo de vacío, sino una oportunidad para conocerse, crecer y disfrutar de la independencia.

Aceptar la soledad desde una perspectiva positiva es, en realidad, un acto de amor propio. Implica elegir tu bienestar antes que una relación que no te hace feliz, y entender que estar sola no significa estar incompleta.

Aprender a estar contigo misma

El arte de estar sola comienza con un paso sencillo pero desafiante: aprender a disfrutar de tu propia compañía. Ir al cine, salir a cenar, viajar o simplemente descansar sin esperar aprobación externa son gestos que fortalecen la confianza. Cuando te das el tiempo de escucharte, descubres qué te gusta, qué te inspira y qué tipo de vida quieres construir.

También significa enfrentar miedos: la incomodidad del silencio, el miedo a la soledad o la presión social. Superar estas barreras no ocurre de un día para otro, pero cada pequeña decisión de priorizarte suma a tu proceso de empoderamiento.

La soltería como espacio de crecimiento

Estar sola te permite concentrarte en proyectos personales que muchas veces quedan relegados en pareja: estudiar, emprender, viajar o explorar nuevas pasiones. Es un momento ideal para invertir en tu salud mental, fortalecer amistades y reconectar con tu familia.

La soltería abre espacio para reinventarte sin presiones, para descubrir tu valor más allá de una relación y para cultivar vínculos más auténticos. Aprendes a diferenciar entre querer estar con alguien y necesitar estar con alguien, y eso cambia por completo tu forma de relacionarte.

Derribando la idea del “tiempo perdido”

La sociedad suele presionar a las mujeres con frases como “¿y para cuándo el novio?”, o “se te va a pasar el tren”. Pero lo cierto es que cada experiencia de soltería es única y válida. No se trata de esperar a alguien más, sino de vivir tu presente con plenitud.

La soltería no es tiempo perdido: es tiempo invertido en ti. Es un regalo para conocerte, sanar heridas y construir la vida que deseas sin depender de nadie.

Amor propio en cada decisión

Elegir estar sola o aceptar ese momento de la vida sin angustia también es amor propio. Significa priorizar tu paz antes que una relación que no te corresponde. Significa reconocer que mereces amor, pero que primero debe venir de ti.

Porque al final, la soltería no es el fin de una historia de amor, sino el inicio de la más importante: la historia contigo misma.

TAGS: Amor, Soledad