Cómo cuidar tu piel en verano: consejos esenciales para mantenerla fresca, protegida y luminosa
Descubre la clave para que tu piel esté protegida, hidratada y saludable durante la temporada de verano. Conoce todos los detalles.
Descubre la clave para que tu piel esté protegida, hidratada y saludable durante la temporada de verano. Conoce todos los detalles.
Cuando el sol cansa y el calor se vuelve constante, nuestra piel también exige una rutina diferente a la del resto del año. No basta con aplicar la misma crema que usas en invierno: el brillo del sudor, el cloro de la piscina, el aumento de radiación UV y la sequedad interior exigen un plan de cuidado específico. Adoptar buenos hábitos hoy puede evitar manchas, deshidratación, brotes o envejecimiento prematuro.
¿Por qué el verano exige un cuidado especial de la piel?
Durante los meses de verano la piel enfrenta varios factores de estrés: mayor exposición a los rayos UV, más sudor, contacto frecuente con agua salada o cloro y pérdida de hidratación natural. Además, las prendas más ligeras y las actividades al aire libre exponen más zonas del cuerpo. Por eso, los especialistas coinciden en que una rutina estándar no es suficiente en esta época del año.
¿Cuáles son los pilares de una buena rutina de verano?
- Protección solar como prioridad. Usa un protector de amplio espectro con al menos SPF 30. Reaplica cada dos horas o después de nadar o sudar. No olvides zonas como orejas, cuello, pies y cuero cabelludo.
- Hidratación interna y externa. Bebe suficiente agua y consume frutas y verduras con alto contenido hídrico. En la piel, reemplaza las cremas pesadas por fórmulas ligeras o en gel que no obstruyan los poros.
- Limpieza diaria. Lava el rostro dos veces al día con un limpiador suave. El sudor acumulado puede causar irritaciones o brotes, especialmente si usas maquillaje o bloqueador solar.
- Exfoliación moderada y antioxidantes. Exfolia una o dos veces por semana para eliminar células muertas y aplica productos con vitamina C o niacinamida para proteger del daño solar y mantener un tono uniforme.
- Protección complementaria. Usa sombreros, gafas de sol y prendas con protección UV. Buscar sombra entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde también es una medida efectiva para evitar quemaduras.
¿Qué ajustes hacer según tu tipo de piel?
- Si tu piel es grasa o mixta, opta por limpiadores en gel, evita productos muy oleosos y busca protectores solares con acabado mate.
- Si tu piel es seca, no asumas que el calor hidrata: usa sueros con ácido hialurónico o aloe vera y aplica cremas ligeras después de cada exposición solar.
- Si usas tratamientos dermatológicos como ácidos o retinol, evita aplicarlos justo antes de exponerte al sol, ya que aumentan la sensibilidad cutánea.
- Después de un día de playa o piscina, aplica un gel de aloe vera o un producto after sun para calmar y regenerar la piel.