¿Cuento de hadas? Mujer adoptada descubre que es una princesa al buscar a sus padres biológicos

Vivir en un cuento de hadas, con castillos, príncipes y princesas es algo que parece imposible y aunque en algunos países todavía se portan estos títulos, nunca nos imaginaríamos ser parte de alguna de estas familias reales, sin embargo, una mujer descubrió su estatus real luego de buscar a sus padres biológicos.

Tuvieron que pasar 28 años para que una joven, que vivía cómodamente en Estados Unidos junto a su familia adoptiva, decidiera ir en busca de sus verdaderos padres y sus orígenes, sin imaginar que descubriría que era parte de la realeza, e incluso, heredera al trono en Sierra Leona.

Esta es la historia de Sarah Culberson, una joven que ha vivo los altibajos de la vida cuando no tenía ni un año de vida pues, aunque nació en el seno de una familia africana, terminó en un orfanato.

Un cuento de hadas moderno

Tras su nacimiento en 1976 y con menos de un año de edad, Sarah fue adoptada por una familia cariñosa de cuatro miembros quienes la habían acogido con mucho amor y la llevaron a vivir con ellos en Morgantown, Virginia Occidental: Los Culberson. Jim y Judy la cuidaron como si fueran sus verdaderos padres y le dieron la bienvenida a su familia.

Sin embargo, la diferencia de sus rasgos con los de sus padres y hermanos, le llevaron a dudar de su verdadero origen, por lo que tanto Jim como Judy, buscaron el momento ideal y las palabras exactas para contarle todo sobre su pasado a Sarah, ya que sabían que era un tema no muy sencillo de asimilar.

La adolescente se llenó de preguntas para con sus padres adoptivo y aunque intentó adaptarse nuevamente a su familia, estas dudas nunca se disiparon de su cabeza.

Fue así como logró ingresar a la Universidad de Virginia para estudiar actuación. Una vez graduada, se mudó a Los Ángeles con el único objetivo de convertirse en una cotizada actriz en Hollywood, pero, nunca se imaginó que su vida daría un giro por completo.

Luego de asistir a un grupo de motivación, descubrió que no podía seguir adelante sin saber sobre su verdadero origen y sin conocer a sus padres biológicos, por lo que decidió contratar a un detective para descubrir qué había pasado con sus padres reales.

Los resultados no tardaron en aparecer, ya que solo horas más tarde, el detective le contaría que había encontrado a un familiar cercano en Maryland. Tras contactarse con su tía perdida, Evelyn, Sarah descubrió que era parte de una familia real en África.

Sarah pertenecía a los Mahaloi y era descendiente de un jefe supremo, incluso, se enteró que su madre había fallecido de cáncer cuando ella tenía 11 años pero su padre Joseph Konia Kposowa, seguía vivo y residía en la ciudad de Bumpe.

Fue así como Sarah tomó un avión y viajó para buscar a su padre, con quien ya había hablado y pudo descubrir que tanto él como su madre biológica, eran muy jóvenes para poder criarla por lo que decidieron darla en adopción con una familia que sí tenía las posibilidades de darle lo mejor.

El pueblo recibió a su princesa con los brazos abiertos, hasta que llegó el momento de conocer las responsabilidades a las que debía acceder ahora que ya conoce su papel en la realeza africana: “Lo único que sabía de las princesas era lo que veía en las películas”.

La princesa se tomó muy en serio su papel y creó la fundación Sierra Leona Rising, con el que busca recaudar fondos para restaurar una escuela secundaria en el pueblo

“Nuestro objetivo es garantizar que los niños reciban la mejor educación posible para que puedan prosperar, ser conscientes y marcar la diferencia”, dijo Sarah.

Sarah aún no ha decidido si quedarse con su familia en Sierra Leona o volver a Estados Unidos con los Culberson, pero ellos, desde ya, han apoyado cualquier decisión que ella tome.